viernes, 25 de marzo de 2016

SI ERES PADRE O MADRE TU TANBIEN JUEGAS



Si eres padre o madre, recuerda, tú también juegas. Si no lo haces físicamente, sí que lo hacen tus valores y tu ejemplo. Tu hij@ necesita tu apoyo, juegue bien o juegue mal, pierda o gane. No necesitas un hij@ que marque goles, necesitas un hij@ que disfrute de tu presencia, que se sienta orgulloso de tenerte en la grada y cuando falle o acierte te mire y tenga tu aprobación y tu seguridad. Los padres no dan órdenes, ni instrucciones, ni dicen cómo tienen que jugar. Los padres acompañan, suman, respetan, apoyan en el fracaso y en el éxito e incitan el respeto hacia el rival y hacia el árbitro. Un padre y una madre que juegan al fútbol son aquellas figuras de los que un hij@ se siente orgulloso.



Al abuelo y a la abuela hay poco que decirles. Su experiencia, la edad y el sentido común les convierten en prudentes, facilitadores, buenos consejeros, animadores y motivadores. Juegan siempre a favor porque apoyan de forma incondicional, no tienen una queja y todo les parece bien. Si acompañan a los nietos a jugar, su sola presencia, calma. Y si fuera por ellos, saltarían a ayudar a recoger el material después del partido.



A todos los que jugáis y participáis en el fútbol, recordad cómo queréis ser recordados, qué imagen queréis que os represente, cómo os gustaría que se hablara de vosotros. Porque esa será vuestra seña de identidad. Comportarnos de forma ejemplar es una de las elecciones más sabias que podemos tomar.